La historia en la que un banco proporciona una cuenta local a bancos con sede en el extranjero se remonta a fines del siglo 19. Ya en 1935, había más de 4000 bancos que ofrecían este servicio con un 80% de ellos concentrados en Inglaterra y Estados Unidos, dado el papel de que Londres y Nueva York eran los centros financieros de la época. Actualmente existen más de 11000 instituciones que utilizan SWIFT, un sistema que se inauguró en 1977 como medio de reemplazo al Telex.
La invasión de Rusia a Ucrania tendrá un impacto más mediático que real en las transacciones de la banca corresponsal que utiliza el sistema de mensajería SWIFT, el que ya se encontraba en un camino de retirada antes de esta guerra.
Al cortar el acceso de algunos bancos rusos a este canal de comunicación, los políticos del mundo occidental pusieron de sobre aviso a los bancos centrales que necesitan encontrar una alternativa más segura para que las empresas y las personas transfieran fondos inter fronteras.
China tiene un sistema financiero similar al SWIFT llamado Sistema de Pago Interbancario Transfronterizo denominado en sus siglas como CIPS. La construcción del sistema comenzó el 12 de abril de 2012. La primera fase se lanzó oficialmente en la mañana del 8 de octubre de 2015. La segunda fase se puso en funcionamiento de prueba el 26 de marzo de 2018. CIPS tiene 31 participantes directos nacionales y extranjeros y 695 participantes indirectos nacionales y extranjeros. El alcance real del negocio ya se extendió a 148 países y regiones.
Hemos sido testigos de las intenciones de occidente de aislar a Rusia de todo intercambio bancario, sin embargo, China ha estado cortejando a Rusia para comenzar a usar CIPS. El intercambio comercial de 2021 alcanzó a un valor de exportaciones de Rusia hacia China de 490 mil millones de dólares e importaciones que llegaron a 304 mil millones de dólares. El número de instituciones financieras rusas afiliadas al sistema SWIFT sobrepasa las 300 empresas y en este escenario, abrazar a Rusia como usuario del sistema CIPS, China obtendrá un beneficio enorme en el comercio mundial en un momento donde la comunidad financiera no occidental, cada día transa más con CIPS.
Las autoridades monetarias saben que el estado de pagos globales de SWIFT se centra en tarifas altas y velocidades que oscilan desde cinco minutos en las rutas más rápidas hasta más de dos días en varias de las más lentas. Con una amenaza de ser desconectado repentinamente de la red, el escenario plantea un problema mucho mayor con una inestabilidad financiera al estilo ruso.
China puede alejarse potencialmente de SWIFT al permitir que sus compradores y vendedores paguen y reciban yuanes digitales en una apuesta hacia países más pequeños que reciban fuerte cooperación china. Nuevos socios comerciales de ideas afines podrían formar una nueva plataforma internacional para pagos y liquidaciones transfronterizos que reemplacen al SWIFT con el CIPS, un sistema de pago independiente organizado y desarrollado por el Banco Popular de China que proporciona servicios de compensación y liquidación de capital para empresas transfronterizas y extraterritoriales de instituciones financieras chinas. Es una infraestructura financiera importante en China y tiene como objetivo integrar aún más los canales y recursos de pago y liquidación transfronterizos de yuanes, mejorar la eficiencia de la compensación transfronteriza, satisfacer las necesidades del desarrollo comercial en las principales zonas horarias, mejorar la seguridad de las transacciones y construir un entorno de competencia leal en el mercado. La liquidación total en tiempo real se adopta para manejar dos tipos de negocios: remesas de clientes y remesas de instituciones financieras donde los participantes directos intervienen en un punto, centralizan el negocio de compensación, acortan la ruta de compensación y mejoran la eficiencia de la compensación. El tiempo de operación cubre las principales zonas horarias del negocio en Asia, Europa, Africa y Oceanía.
Otra forma de transacciones que se está dando en el mundo es a través de las CBDC, monedas digitales que emiten los bancos centrales y sirven como una alternativa al dinero en efectivo. Está regulada por un estado en específico o una comunidad de estados. El surgimiento de las criptomonedas está abriendo el camino a las monedas digitales de los bancos centrales con propuestas limitadas a los sistemas de pagos entre partes con un riesgo y un beneficio muy reducido. En un mundo que siempre está activo, existen muchos bancos centrales que todavía confían en la tecnología obsoleta que no permite el procesamiento de pagos 24 horas al día, 7 días a la semana. Algunos países están mejorando su infraestructura bancaria para permitir pagos en tiempo real, donde las CBDC se constituyen en otra alternativa de modernizar la infraestructura de pagos, y finalmente les permite generar transacciones más rápidas durante más horas de cada día. Las CBDC también ofrecen una forma de reducir las ineficiencias de la impresión y el movimiento de dinero donde el costo de administrar el efectivo físico puede llegar al 1,5% del PIB de un país. A medida que aumenta la conectividad y proliferan los teléfonos inteligentes, las CBDC también podrían ser una forma de incluir a más personas en la economía digital que actualmente no tienen acceso a los servicios financieros básicos.
Poner múltiples monedas digitales del banco central, o CBDC, en un solo sistema puede prescindir de mensajes que consumen mucho tiempo y completar pagos transfronterizos en tiempo real. Esto no es solo una construcción teórica.
Las CBDC que se emiten en una plataforma internacional no necesitan estar disponibles para el público en general para su uso en la economía nacional. Estos tokens podrían permanecer puramente al por mayor, existentes en las billeteras de las instituciones financieras. Lo importante es pensar creativamente y eliminar los tiempos prolongados de procesamiento en los bancos beneficiarios, o hacer que la demora sea irrelevante.
La mayoría de los retrasos ocurren actualmente después de que el banco beneficiario ha recibido la instrucción de pago y antes de que acredite la cuenta del usuario final. Enviar dinero a economías de ingresos bajos y medianos es especialmente lento y costoso debido al procesamiento por lotes y al cumplimiento adicional relacionado con los controles de capital.
Un problema que supone para la economía mundial en un proyecto de este tipo, podría ser la generación de una excesiva concentración de poder en los bancos.
En otro lugar del mundo, autoridades monetarias de Singapur, Malasia, Australia y Sudáfrica se han unido para probar con éxito prototipos de una plataforma común de este tipo en el marco del Proyecto Dunbar del Banco de Pagos Internacionales. La iniciativa creará un prototipo de plataformas compartidas que permitirán realizar transferencias directas entre instituciones utilizando monedas digitales emitidas por varios bancos centrales. Los resultados del proyecto piloto se utilizarán para informar sobre el desarrollo de plataformas globales y regionales.
El ataque de Vladimir Putin a Ucrania, seguido de las sanciones occidentales a Rusia, ha llevado a los expertos de Internet a exaltar las virtudes del Sistema de Pago Interbancario Transfronterizo, el camino sobre el cual los bancos chinos transfieren y liquidan pagos en yuanes en todo el mundo.
CIPS y SWIFT están lejos de ser nombres familiares en China. Pero las amplias sanciones contra Rusia, sobre el uso de SWIFT por parte de algunos de sus bancos y en su Banco Central, han puesto de relieve las redes financieras internas de China y la medida en que puede usarlas para ayudar a Rusia que tiene alrededor de 90 mil millones de yuanes en el Banco Central de China. También tiene un acuerdo de línea de swap de 150.000 mil millones de yuanes con China y podría usar estos fondos para financiar las importaciones de China en caso de que se bloqueen otras rutas de financiamiento del comercio en dólares. Este comercio se mantendrá en yuanes, lo que limitará lo que Rusia puede comprar. Los reguladores de China siguen preocupados en evitar las sanciones secundarias americanas. Las sanciones primarias apuntan a las instituciones rusas y las empresas americanas que tratan con ellas. El tipo secundario aún no se ha utilizado, pero apuntaría a terceros fuera de Estados Unidos que realizan transacciones con empresas rusas, incluso si esas transacciones están permitidas por la ley local. Permitir que Rusia venda activos denominados en yuanes para recaudar dólares podría atraer el escrutinio y va más allá de lo que los funcionarios chinos están dispuestos a hacer por sus amigos en Moscú. El regulador bancario de China puede haber declarado que el país no se uniría a las sanciones occidentales, pero la mayoría de sus grandes bancos las cumplirán, particularmente aquellos que interactúan más con el sistema financiero occidental y tienen entidades legales domiciliadas en Estados Unidos. Los cuatro bancos estatales chinos más grandes tienen sucursales en Moscú y según la Reserva Federal, esos mismos bancos también tienen oficinas en Estados Unidos que, en conjunto, reúnen 106 mil millones de dólares en activos.
Es muy poco probable que estas grandes instituciones que realizan la mayor parte del financiamiento del comercio entre los dos países se arriesguen a que se les bloquee la compensación en dólares para continuar haciendo negocios en dólares con Rusia. Dos grandes bancos estatales dejaron de emitir cartas de crédito en dólares para la compra de productos básicos rusos tan pronto como se emitieron las sanciones. Mantener el pleno acceso a los mercados financieros globales es más valioso que cualquier cosa que Rusia pueda ofrecer.
UnionPay, la empresa estatal de tarjetas bancarias de China, es otra poderosa red financiera. Está previsto que gane cuota de mercado en Rusia a raíz de las salidas de Visa y Mastercard. Sin embargo, este cambio no será fácil. Dentro de Rusia, la red de UnionPay es pequeña y muchos bancos no tienen acuerdos previos con la empresa. Los bancos deberán demostrar que cumplen con los requisitos de la red para obtener una licencia como emisor de tarjetas, Las tarjetas deben diseñarse, certificarse y luego distribuirse, un proceso que puede llevar meses. Para los rusos en el extranjero, el problema es que, a pesar de estar en más de 180 países, UnionPay es un servicio marginal en Estados Unidos y Europa y más importante, UnionPay también podría exponerse a sanciones secundarias al ofrecer algunos tipos de servicios a los bancos rusos sancionados.
Una ruta final para la asistencia financiera vendrá a través de los bancos secundarios que eluden las sanciones. China tiene una larga historia de hacer la vista gorda a los bancos más pequeños que financian el comercio con países que son el objetivo de Estados Unidos y la ONU.
Los vínculos financieros chino-rusos parecen más débiles de lo que Rusia podría esperar. Es probable que la situación plantee preguntas sobre las deficiencias en los esfuerzos de China para construir redes financieras globales. Para CIPS, muchos de los problemas son claros. Para mantener el control sobre los flujos de capital, China no ha vinculado el sistema directamente con bancos extranjeros fuera de China continental, con la excepción de Standard Chartered, un banco británico con vínculos de larga data con China. El sistema de mensajería autóctono de CIPS funciona solo con bancos chinos. Para mejorar el sistema, China debe seguir abriéndolo y otorgando vínculos más directos con bancos extranjeros.
El conflicto ruso está dejando al descubierto algunas de las vulnerabilidades financieras de China y esto puede hacer que la relación china rusa sea menos amistosa.
La autopista común en la que muchos bancos centrales pondrán en movimiento su dinero digital aún no es una realidad. No sabemos cuántos eventualmente tomarán forma; y quiénes serán sus dueños. Pero una cosa está clara. Las sanciones relacionadas con SWIFT contra los bancos rusos podrían ser el detonante que finalmente retire a la banca corresponsal del mercado y la coloque en un museo del dinero. Los pagos que tardan días en llegar a destino no tienen cabida en el comercio y las finanzas del siglo 21.
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