Dados los eventos del 2020, fue difícil imaginar en algún momento que hubiese empresas que no considerarán dejar que sus empleados trabajaran de forma remota. Aunque debemos decir que existía una enorme mayoría de ellas que nunca hubiese pensado en hacer trabajo remoto antes de la era Covid.
La primera quincena de Marzo 2020, el mundo veía el trabajo remoto como una película futurista. Y ahora, el futuro está aquí.
El Covid obligó a muchas empresas a pedir a la mayor parte de sus equipos que trabajen desde sus casas. El factor decisivo para que los empleados de una empresa puedan trabajar fuera su lugar es, por supuesto, la naturaleza del negocio. Algunas empresas simplemente no pueden atender a los clientes de forma remota. Pero aquellas empresas que pueden permitir que sus empleados operen fuera de sus oficinas han descubierto que tener una situación en la que todos ganan.
De hecho, el trabajo remoto para una parte de los empleados de una empresa puede llegar a ser permanente. Gartner (1) considera que trabajar desde las casas será una piedra angular del futuro del trabajo después de la pandemia y proyecta que uno de cada cinco empleados trabajará de forma remota en forma permanente después de que la pandemia haya terminado. Esta fuerza laboral híbrida, que es en parte remota y en parte en la oficina, será un escenario probable para muchas empresas este año y para el futuro.
Habiendo disminuido el peligro de la pandemia, es casi imposible pensar que las empresas retrocedan y que algunas empresas pueden verse tentadas a volver a las viejas costumbres. Este barco híbrido ha zarpado.
Una razón clave es que muchas empresas y sus empleados ya han descubierto que la productividad, en lugar de disminuir en forma remota, ahora aumentó gracias a esta nueva modalidad. Sin embargo, existen algunos líderes empresariales e incluso empleados, comentan que les puede llevar tiempo cambiar su forma de pensar acerca de cuándo y cómo se realizará el trabajo a partir de la era post Covid. Hay mucha inercia en la forma en que las personas trabajan. Y en realidad es bastante difícil cambiar los procesos, la cultura, la formación, los tipos de trabajo y las tareas que realiza la gente.
El Covid fue ese impacto detonante. Ahora, deberemos facilitar la transición de lo antiguo a lo nuevo para la recuperación donde los líderes empresariales necesitarán un plan. Un punto de partida puede tener una adopción más amplia del trabajo remoto y hacer un modelo de fuerza laboral híbrida con una estrategia a largo plazo. Deberemos optimizar este modelo para tener éxito y decidir cuantas personas y cuanta superficie necesitaremos para respaldar un modelo híbrido. Un sello distintivo de este modelo de fuerza laboral será la flexibilidad en la que deberemos pensar.
Las empresas deberán determinar qué empleados deben acudir a la oficina y con qué frecuencia. Y cuando los equipos trabajan de forma remota, los gerentes deben decidir cómo esos empleados pueden interactuar de manera efectiva con sus colegas internos sin socavar la productividad, evitando la sobrecarga de reuniones de video y asegurándose de que los equipos remotos obtengan las mismas actualizaciones que sus colegas en la oficina.
Los gerentes líderes de las empresas deberán ya estar planificando cuales equipos deben estar en la oficina los mismos días para reuniones en persona o en trabajo a distancia, que días podrán los empleados trabajar desde sus casas, o solo serán los lunes o viernes, evaluar qué tipo de reuniones será mejor que se realice en persona, etc.
El informe 2021 State of IT de Spiceworks Ziff Davis (2) dice que el Covid ha sido un catalizador para la transformación empresarial y que tiene a un alto porcentaje de empresas ya planificando cambios de TI a mediano y largo plazo. Muchas de esas inversiones estarán diseñadas para respaldar a las fuerzas de trabajo remotas y ayudarlas a trabajar de la manera más productiva y fluida posible. Las empresas que adopten un modelo de fuerza laboral híbrida a largo plazo deberán pensar qué soluciones tecnológicas funcionarán mejor para los no tengan problemas de ciber seguridad, confiabilidad, facilidad de uso y cumplimiento; todos factores necesarios que permita cumplir con la misión y programa de cada empresa.
Una desventaja del trabajo remoto a largo plazo será que los empleados puedan terminar fácilmente sintiéndose desconectados de la empresa y de sus colegas. En una fuerza laboral híbrida, con varios equipos yendo y viniendo, las empresas deberán pensar y trabajar el como poder mantener a sus equipos conectados. La cultura de una organización es fundamental para allanar el camino. En una encuesta reciente de empleados realizada en cuatro países desarrollados, más de un tercio de los encuestados que dijeron que trabajan en empresas que fomentan una cultura conectada informaron que son más productivos trabajando de forma remota. El estudio define una cultura conectada como aquella que combina la tecnología de reuniones virtuales con un compromiso de apoyar el equilibrio entre el trabajo y la vida y oportunidades frecuentes para que las personas interactúen entre sí.
No todas las empresas han visto aumentos de productividad durante la pandemia y se ha observado que las empresas que tienen una alta productividad en los equipos remotos se destacan en administrar mejor el tiempo, tener un mejor talento e impulsar mucha energía a su fuerza laboral.
Las empresas no suelen tener la oportunidad de presionar el botón de reinicio como ha ocurrido en la actualidad. La disrupción que las organizaciones y sus equipos han experimentado durante el último año ofrece una oportunidad única para dejar de lado los viejos modelos y mentalidades y establecer un rumbo para la productividad y la innovación futuras. Una estrategia reflexiva y un equipo de liderazgo comprometido, ayudará a las empresas a aprovechar al máximo que todos sus empleados colaboren en este nuevo modelo de fuerza laboral híbrida.
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