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El potencial de las monedas digitales: Estados Unidos en la defensiva versus una China dominante

¿Cuál es el dinero del futuro? Los niños creen que será Robux, la moneda utilizada por los jugadores de los juegos Roblox. Si le ofreces billetes a un niño, mostrará una falta total de interés y motivación. Si haces la prueba de ofrecer Robux, verás que es una historia diferente.

Robux es solo una de las nuevas formas de dinero que existen en el mundo paralelo de los juegos en línea. Y el dinero de los jugadores es solo un subconjunto de los innumerables medios de pago que existen ahora en Internet.

Los escritores de ciencia ficción han acertado en muchas cosas sobre el futuro, desde pandemias hasta autos voladores e inteligencia artificial y a la fecha, pero ninguno ha visualizado el futuro del dinero.

Esta falta de previsión ahora también parece afligir a los legisladores dejando a la hegemonía financiera mundial vulnerable a un desafío potencialmente fatal. Las autoridades monetarias occidentales no solo subestiman la amenaza que representa para el dominio del dólar la combinación pionera de China de su moneda digital y los pagos electrónicos. También están tratando las innovaciones financieras basadas en blockchain que ofrecen la mejor alternativa al e-yuan de China.


En 2008, en un artículo que no guardaba relación con ninguna ciencia ficción, Satoshi Nakamoto (1) lanzó Bitcoin, una versión pura de efectivo electrónico que permitía que los pagos en línea se envíen directamente de una parte a otro sin pasar por una institución financiera. En esencia, Bitcoin es un libro de contabilidad público compartido por una red de computadoras sin líderes. Para pagar con bitcoins, envía un mensaje firmado que transfiere la propiedad a la clave pública del receptor. Las transacciones se agrupan y se agregan al libro mayor en bloques, y cada nodo de la red tiene una copia completa de esta cadena de bloques en todo momento. Un nodo puede agregar un bloque a la cadena y recibir una recompensa de bitcoin solo resolviendo un rompecabezas criptográfico elegido por el protocolo Bitcoin, que consume potencia de procesamiento. Los nodos que han resuelto el rompecabezas criptográfico son recompensados ​​no solo con tarifas de transacción, sino también con más bitcoins. Esta recompensa se reducirá a la mitad cada cuatro años hasta que el número total de bitcoins alcance los 21 millones y después de lo cual no se crearán nuevos Bitcoins.

Las razones del éxito de Bitcoin son que es un instrumento soberano que nadie lo controla, escaso e inteligente. Con cada día el sistema funciona, sin ser pirateado y sin fallar.

A medida que Bitcoin se está volviendo confiable, el siguiente paso es moverse a finanzas descentralizadas -DeFi- (2), los que son una serie de protocolos abierta, sin permisos y altamente interoperable construida sobre plataformas públicas de contratos inteligentes como Ethereum blockchain (3). Al igual que Bitcoin, DeFi no tiene un sistema centralizado de verificación y regulación de terceros y es un sistema mucho más flexible y variado, con múltiples monedas, tokens, intercambios, mercados de deuda, derivados y protocolos de gestión de activos. Esta arquitectura puede crear un sistema financiero inmutable y altamente interoperable con transparencia sin precedentes, igualdad de derechos de acceso y poca necesidad de custodios, cámaras de compensación centrales o servicios de depósito en garantía, ya que la mayoría de estos roles pueden ser asumidos por contratos inteligentes. Los fondos de liquidez autónomos, las monedas estables descentralizadas y los préstamos expresos son solo algunos de los muchos ejemplos que muestran el gran potencial de este ecosistema. DeFi puede conducir a un cambio de paradigma en la industria financiera y potencialmente contribuir hacia una infraestructura financiera más robusta, abierta y transparente.


Bitcoin y DeFi son los primeros pasos hacia un economía descentralizada. El especialista Naval Ravikant (4) comentó lo siguiente: Bitcoin es una salida de la Fed, DeFi es una salida de Wall Street, las redes sociales son una salida de los medios de comunicación, la educación en el hogar es una salida de la educación industrial, El trabajo remoto es una salida de 9 a 5, la economía creadora es una salida del empleo y los individuos abandonan las instituciones.


¿Cuál es la analogía histórica correcta para todo esto? Allen Farrington (5) sostiene que el Bitcoin es para el sistema de monedas fiduciarias centradas en el dólar lo que la Venecia medieval fue una vez para los remanentes del Imperio Romano Occidental, un sistema operativo económico tan superior como el capitalismo comercial al feudalismo. Otra posibilidad es que el advenimiento de las finanzas basadas en blockchain sea tan revolucionario como el de la banca de reserva fraccionaria, los bonos y los mercados de valores en la gran revolución financiera angloholandesa del siglo 18.


Sin embargo, como todas esas revoluciones, economistas conocidos como Nouriel Roubini (6) continúan prediciendo la desaparición de Bitcoin. El fundador de Bridgewater, Ray Dalio (7), comentó que, así como el gobierno de Estados Unidos prohibió la propiedad privada del oro por orden ejecutiva en abril de 1933, Bitcoin podría correr la misma suerte.

Hay ejemplos de otros gobiernos que se están moviendo para limitar las criptomonedas o prohibirlas por completo.

El ministro de Finanzas alemán Olaf Scholz declaró en una reunión de ministros de finanzas del G-7 en diciembre 2020 que debemos hacer todo lo posible para asegurarnos de que el monopolio de la moneda permanezca en manos de los estados. El Banco Central Europeo tiene monedas estables como tokens criptográficos vinculados a monedas fiduciarias en la mira. China es aún más estricta y en 2017, el Partido Comunista restringió la capacidad de sus ciudadanos para comprar Bitcoin. La pregunta entonces que se debe hacer si realmente es cierto que los Estados deberían tener el monopolio del dinero.

Basados en la Teoría del Dinero Estatal de Georg Friedrich Knapp (8) apuntan a que los Estados monopolicen la creación de dinero y argumenta que es preferible un monopolio estatal con deuda pública sin límites y un Estado que esté endeudado en su propia moneda, no puede declararse en quiebra. Durante la mayor parte de la historia, los Estados se han conformado con determinar qué es moneda de curso legal, es decir, qué se puede utilizar para cumplir con las obligaciones contractuales, incluidos los pagos de impuestos. Este poder para especificar la moneda de curso legal impulsó la gran monetización de la economía y la sociedad.

El dinero es un medio de intercambio que tiene la ventaja de eliminar las ineficiencias del trueque; una unidad de cuenta, que facilita la valoración y el cálculo; y un depósito de valor, que permite realizar transacciones económicas durante largos períodos de tiempo y distancias geográficas. Para realizar todas estas funciones de manera óptima, la forma ideal de dinero debe estar disponible, asequible, duradera, fungible, portátil y confiable. Debido a que cumplen con la mayoría de estos criterios, los metales como el oro, la plata y el bronce fueron considerados durante milenios como la materia prima monetaria ideal. A los gobernantes les gustaba estampar monedas con imágenes que anunciaban su autoridad. Pero en la antigua Mesopotamia, comenzando hace unos cinco mil años, la gente usaba fichas de arcilla para registrar transacciones que involucraban productos agrícolas como cebada o lana, o metales como la plata. Estas tabletas realizaban prácticamente la misma función que un billete de banco. A lo largo de los siglos, los comerciantes han ideado tales fichas o billetes sin la participación del gobierno, especialmente en momentos en que las monedas han escaseado o han sido degradadas y devaluadas.

En el sistema monetario fiduciario moderno, el Banco Central, supuestamente independiente del estado, puede influir en la oferta monetaria, pero no monopoliza la creación de dinero. Además del efectivo creado por el Estado, la base monetaria, la mayor parte del dinero son créditos digitales de bancos comerciales a individuos y empresas. El dinero es un fideicomiso inscrito, y no parece importar mucho si está inscrito en plata, arcilla, papel o en una pantalla de cristal líquido. Todo tipo de cosas han servido como dinero, desde las conchas de cauri de China (9) hasta los discos de piedra utilizados en la isla de Yap en el Pacífico (10).

En la actualidad, Bitcoin y Ethereum, así como muchas otras monedas digitales, son dinero sin estado. Y cuanto más puedan realizar al menos dos de las tres funciones monetarias tolerablemente bien, menos funcionará prohibirlas, a menos que todos los gobiernos acuerden hacerlo simultáneamente, lo que parece exagerado.

La pregunta es qué tanto nos dirigimos a un choque entre el dinero antiguo y el nuevo y sus implicancias geopolíticas entre Estados Unidos y China.

Por lo tanto, la pregunta correcta debe hacerse en buscar si los Estados podrán ofrecer formas de dinero digital comparativamente atractivas.

El gobierno chino ha estado pensando mucho más creativamente que sus homólogos estadounidenses o europeos. China ha liderado el mundo en pagos electrónicos, gracias a la visión de Alibaba y Tencent de construir sus plataformas Alipay y WeChat Pay. En 2020, alrededor del 58% de los chinos utilizaron pagos móviles, frente al 33% en 2016, y los pagos móviles representaron casi dos tercios de todos los pagos del consumo personal. Los billetes y las tarjetas de crédito han cedido en gran medida a los códigos QR en los teléfonos inteligentes. La subsidiaria financiera de Alibaba, Ant Group, ya se encuentra preparada desde el año pasado para convertirse en una de las compañías financieras más grandes del mundo.

Sin embargo, el Partido Comunista se puso nervioso por la escala de las plataformas de pago electrónico y trató de recortar las alas de creatividad y endureció todas las regulaciones. Al mismo tiempo, el Banco Popular de China ha acelerado la implementación de su plan para una moneda digital del Banco Central.

El ex gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, explicó el carácter fundamentalmente de esta iniciativa con su argumento que la tecnología blockchain presenta descentralización, pero la descentralización no es una necesidad para modernizar el sistema de pagos e insistió que la posible aplicación de blockchain todavía se está investigando, pero no está lista en este momento.

El año pasado, el Banco Popular de China aprovechó la oportunidad presentada por la pandemia para llevar un experimento a manos de los consumidores chinos, realizando pruebas en Shenzhen, Suzhou, Chengdu y en Xiong'an cerca de Beijing. El Banco se ocupó de los bancos comerciales estatales existentes y las empresas de telecomunicaciones y tecnología y no directamente con los hogares y las empresas donde el Banco Central controlaba la moneda digital, y las plataformas de pago electrónico participan en el sistema, junto con los bancos, como intermediarios de consumidores y empresas.

Buscaron la opción más sencilla para los consumidores y que será claramente retirar “e-yuans” de los cajeros automáticos de los bancos a las billeteras electrónicas de sus teléfonos inteligentes. El sistema incluso permite que las transacciones se realicen en ausencia de una conexión a Internet a través de la tecnología dual sin conexión.

Este nuevo sistema chino no solo defiende al Partido Comunista Chino contra las amenazas de la criptografía y la gran tecnología, sino que garantiza que todas las transacciones de los ciudadanos chinos estén bajo vigilancia e incluye una capacidad ofensiva para desafiar el dominio del dólar americanos en los pagos transfronterizos. Aquí es donde la historia se vuelve realmente interesante. En la actualidad, el dólar americano domina el yuan chino en los mercados de divisas, las reservas de los bancos centrales, el financiamiento del comercio y los pagos de banco a banco a través de la Sociedad de Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT), con sede en Bélgica. Esta superpotencia financiera, plenamente apreciada y utilizada solo después del 11 de septiembre, es lo que hace que las sanciones financieras americanas sean tan efectivas y de gran alcance.

Los chinos están explorando creativamente formas de cambiar eso y veamos cómo están avanzando:

1. El Finance Gateway Information Service (11) , una empresa conjunta entre SWIFT y el Centro Nacional de Compensación de China dentro del Banco Popular de China, tiene como objetivo dirigir todos los pagos transfronterizos de yuanes a través del propio sistema de pagos y liquidaciones de China e interbancarios transfronterizos.

2. El proyecto Puente Múltiple CBDC (mCBDC) de la Autoridad Monetaria de Hong Kong y el Banco de Tailandia busca implementar un sistema de pagos transfronterizos basado en libros contables distribuidos utilizando un sistema de dos niveles.

3. Las transferencias transfronterizas entre Hong Kong y Shenzhen están actualmente pilotados con el objetivo final de crear una red de pagos paralelos, una más allá de la supervisión americana, paralizando de esta manera a la política de sanciones de Estados Unidos".


La expansión de una moneda digital china podría abrir el control de Estados Unidos sobre los pagos globales y, por lo tanto, comprometerá a la política de sanciones de Estados Unidos, con una medida significativa al poder americano en el mundo.

No se trata que la moneda digital de China se vaya a convertir en el estándar de pago, pero podría convertirse en un estándar, creando un sistema paralelo que mantendrá al límite las regulaciones americanas.

¿Qué tiene que ofrecer Estados Unidos en respuesta?

Biden propone un plan de inversión masiva en infraestructura como una buena gestión y estímulo de la demanda. El resultado estará dentro de una expansión fiscal y monetaria provocada por la emergencia de salud pública actual y los economistas de la administración nos dicen que no hay nada que temer de la inflación. Mientras tanto, en política exterior, el equipo de Biden parece estar comprometido con la Segunda Guerra Fría contra China. Todo esto depende de la credibilidad duradera del dólar americano como la moneda de reserva internacional preeminente y de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos como el más seguro de todos los activos financieros, sin mencionar la efectividad duradera de las sanciones financieras como el arma económica definitiva.

Mark Zuckerberg propuso una moneda estable de Facebook, Libra y fue rechazado. Libra ha sido rebautizada como Diem, y está buscando la aprobación regulatoria. Opiniones del presidente de la Fed, Jay Powell, comenta que algunos de sus funcionarios están trabajando con economistas del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) para explorar la viabilidad de una moneda digital –CBDC- (12) americana, pero declaran que no hay necesidad de apresurarse.

China está buscando a simple vista construir un sistema de pagos internacional alternativo al del dólar americano.


Si el futuro del dinero llega tan rápido como creo que llegará, en forma de e-yuanes ampliamente adoptado por todo el mundo, no nos sorprendamos que un futuro podemos ofrecer Robux a los niños del mundo.




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